Nosotros

Fatiga pandémica: cómo se manifiesta y cómo afrontarla

Cansancio, decaimiento, desesperanza… La pandemia ha afectado a la salud mental de una forma inesperada. Aunque parece que ahora nos estamos recuperando de los destrozos que ha causado la Covid-19, todavía queda mucho que hacer. Por ejemplo, afrontar la fatiga pandémica. Un término del que no se ha hablado demasiado en los medios de comunicación, pero que está más presente de lo que pensamos.

Este no es un concepto inventado, sino que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha definido. La califica como un hartazgo que manifiestan algunas personas ante el cansancio que provoca la pandemia. El hecho de continuar llevando mascarilla, mantener la distancia social, evitar ir a lugares con aglomeraciones o tener que lavarse las manos con gel en la entrada de los establecimientos agota.

Signos de alarma en la fatiga pandémica

Uno de los principales signos de alarma en la fatiga pandémica es el hastío, es decir, el aburrimiento por tener que seguir unas normas específicas durante mucho más tiempo. En España, no nos sentimos a gusto manteniendo las distancias con quienes más queremos y es que aquí, contrariamente a otros países, el contacto es fundamental entre nosotros. Por eso, todos deseamos que esto termine.

Sin embargo, a pesar de las noticias sobre la posibilidad de volver a la normalidad cuanto antes, quitando las mascarillas, quienes sufren fatiga pandémica observan cómo va pasando un día tras otro sin que haya ningún tipo de cambio. Al final, parece que si bien la mascarilla por la calle se terminará eliminando, tal vez, dentro de los establecimientos continúe siendo obligatoria. Ese hastío se incrementa, entonces.

Al aburrimiento por no verle fin a esta situación, se le añade la tristeza. Si somos nosotros quienes nos estamos viendo afectados por la fatiga pandémica echaremos de menos cómo era nuestra vida antes de la pandemia. Las reglas y las normas nos devuelven a la realidad, pues, a pesar actuar con normalidad en nuestra vida diaria, en el trabajo o al hacer la compra la mascarilla y el gel vuelven a estar presentes.

La fatiga pandémica, ¿la parte de un duelo?

¿Podríamos considerar la fatiga pandémica como parte de un duelo? Quizás sí, ya que nos hemos tenido que despedir de muchos hábitos que antes nos hacían felices y todo ha cambiado. Debemos llevar nuestro certificado de vacunación para acceder a distintos espacios o comer dentro de algunos establecimientos, por ejemplo. Todo esto, ha supuesto un impacto mucho más grande del que nos imaginamos.

Ese cansancio y tristeza pueden formar parte perfectamente de un duelo por el que deberemos transitar hasta aceptar la nueva realidad. Una en la que, tal vez, no podamos despedirnos nunca de las mascarillas en ciertos lugares, como el interior de los supermercados. Puede resultar desolador, aunque al final terminaremos acostumbrándonos. No obstante ¿se puede hacer algo con la fatiga pandémica?

¿Cómo afrontar la fatiga pandémica?

Existen formas de afrontar la fatiga pandémica, aunque estas van a tener que ver con un cambio de hábitos. Conviene dormir entre 7:30 – 8:00 horas todos los días sin excepción, y a poder ser en el mismo horario. Asimismo, la dieta hay que mejorarla, evitando en la medida de lo posible los alimentos ultraprocesados y eliminando los hábitos tóxicos como fumar o beber demasiado alcohol.

Asimismo, la información sobre la Covid-19 hay que saber manejarla con cuidado. Todavía hay noticias sobre prevalencias que pueden aumentar nuestra angustia y empeorar la fatiga pandémica. Realizar deporte, actividades de relajación y hacer un esfuerzo por mantener más relaciones sociales beneficiará. Poco a poco, la tristeza, insomnio y ansiedad de la fatiga pandémica se reducirán.

Menú