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Amianto, el peligro silencioso que sigue matando a trabajadores en España

Temas sobre amianto han sido uno de los más destacados en los últimos años en España. Este mineral, también conocido como uralita, es comúnmente utilizado en empresas, colegios y casa como un material de aislamiento en construcciones. También se puede encontrar en la industria automovilística en la forma de revestimientos de diferentes componentes. Sin embargo, muchas personas mantienen una vida junto a este componente sin saber las consecuencias de su uso.

¿Qué es el amianto?

El amianto o asbestos es un mineral que se conforma de diferentes metales como el magnesio, manganeso y el hierro. Se le conoce mejor por el nombre Uralita, que es la marca de la empresa que comercializó el amianto a través del fibrocemento, un material de construcción que era bastante utilizado en España. El amianto ha sido reconocido incluso en años antiguos debido a su gran resistencia ante el fuego, poca conductividad de temperaturas y flexibilidad.

Sin embargo, el amianto también es conocido como un material cancerígeno y culpable de causar enfermedades pulmonares en trabajadores de empresas. Esto se debe a que su composición fibrosa, que es sumamente delgada, puede dejar microfibras en el aire el suficiente tiempo para ser inhalado por cualquier individuo presente. Al entrar en contacto con los pulmones, empiezan una reacción negativa.

Cómo ha afectado el amianto a los trabajadores y empresas de España

Se ha recalcado que el amianto no es peligroso en sí mismo. Su efecto tóxico se produce únicamente cuando el material se rompe o se descompone, y la persona se encuentra expuesta a sus microfibras por mucho tiempo. Al ser un componente que fue extensamente comercializado (y hasta cierta medida aún lo es), este presenta un gran peligro para empresas y personas que se encuentran en edificios construidos con asbestos.

El amianto, luego de haberse descubierto su peligro para la salud, fue prohibido en diciembre de 2001 por la ley española. A partir de ese momento, todos los movimientos con amianto se centraban principalmente en su eliminación de construcciones y des comercialización. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, este continúa siendo un peligro muy notable en cualquier empresa, colegio e incluso residencias.

Una prueba de esto es el caso del famoso presentador de la empresa televisiva RTVE, José María Íñigo, quien falleció en el año de 2018 a causa de cáncer de pulmón. Su caso fue muy polémico, ya que fue oficialmente sentenciado por el Juzgado de lo Social número 2 de Madrid que su enfermedad fue causada a causa del amianto presente en las paredes del estudio. Asimismo, el periodista pasó sus últimos años de vida tratando de probar este hecho.

Como este caso, también existen muchos otros sucesos de muertes por enfermedades que se han relacionado como derivadas del uso de amianto en empresas. En abril del año pasado, se documentó la muerte de un trabajador de Metro de Madrid, Antonio Morón. La causa fue por asbestosis, una afección exclusivamente causada por la exposición al asbesto, y la cual le fue diagnosticada tan solo un año antes. Esa fue la cuarta muerte registrada hasta la fecha de 2020.

La ley española y el uso del amianto en empresas

Desde que el amianto fue prohibido en el año de 2001, la ley española ha hecho varias modificaciones a su legislación para mejorar el tratado de este material cancerígeno. El reglamento vigente es el establecido en el  Real Decreto 396/2006, que establece diferentes medidas de seguridad para las empresas y trabajadores que se vean en riesgo de exposición al amianto.

Adicionalmente, aunque la eliminación del amianto es altamente aconsejada, la ley española también impone sanciones para aquellos que llevan un procedimiento inadecuado, que además pueda poner en peligro la salud de los trabajadores. Antes de practicar el retiro de la uralita, la empresa debe adquirir una autorización. Si esta no es adquirida, puede haber represalias que van desde multas de hasta 600.000 € o incluso el cierre de la empresa.

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