El cáncer continúa generando una preocupación a nivel mundial, ya que, cada vez, parece que aumentan los casos. Sin embargo, no se suele abordar con profundidad el tema de las sustancias cancerígenas en los trabajos del sector de la construcción, una realidad que afecta a la salud de los empleados y que, con el paso del tiempo, puede provocar que sufran determinados tipos de cáncer. Por tanto, conviene saber de qué estamos hablando.
Tipos de sustancias ante las que hay que tener precaución
Cuando hablamos de la prevención de riesgos laborales, no solo debemos centrarnos en los accidentes que se pueden desencadenar debido a la falta de medios, equipos EPI, o el desconocimiento de la información necesaria para llevar a cabo un proyecto con seguridad. También, nos referimos a aquellas sustancias que afectan a la salud —aunque sea a largo plazo— como las sustancias cancerígenas en los trabajos del sector de la construcción.
Para poder hablar de estas sustancias, recopilaremos todas aquellas que están en el Estudio sobre riesgos laborales emergentes en el sector de la construcción, realizado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSST):
- Polvos de sílice cristalina: es un componente básico presente en materiales como el hormigón, las rocas o los aglomerados de sílice. A pesar de que está presente en la tierra, arena o granito, estar expuesto al polvo de la sílice e inhalarla puede acabar derivando en una silicosis y, consecuentemente, en un cáncer de pulmón.
- Amianto: a pesar de que este elemento está prohibido en la Unión Europea, todavía hay materiales que lo contienen. Las pinturas texturizadas, suelos de linóleo, sistemas de calefacción o los tejados son algunos de ellos. Cuando se inhalan las fibras de amianto, existe un riesgo real de sufrir cáncer de pulmón.
- Resinas epoxi: se trata de materiales poliméricos termoestables que se utilizan en revestimientos y pinturas, adhesivos para baldosas cerámicas o reparación y sellado de ventanas. Cuando este producto no se ha curado, irrita el tracto respiratorio, pudiendo generar problemas de salud a largo plazo.
- Fibras minerales artificiales: presentes en lana de roca o fibra de vidrio para aislar viviendas, son potencialmente tóxicas y carcinogénicas. De hecho, desde el estudio mencionado se advierte de que aquellas con un diámetro inferior a 3 µm son las más peligrosas, ya que penetran a las vías respiratorias con facilidad.
- Disolventes orgánicos volátiles: usados para proteger los revestimientos frente a la humedad o con fines decorativos, también pueden provocar cáncer con el paso del tiempo. Asimismo, las personas expuestas a estos disolventes pueden desarrollar el síndrome del disolvente, que provoca pérdida de memoria, fatiga, etc.
Estas son solo algunas de las sustancias cancerígenas más destacadas, aunque existen muchas más. Conocerlas es crucial para poder llevar a cabo una adecuada prevención de los riesgos laborales y evitar que, con el paso del tiempo, los trabajadores se encuentren con problemas de salud debido a la exposición inadecuada a estas sustancias.
Exposición a los agentes cancerígenos en el trabajo
La exposición a estas sustancias cancerígenas en los trabajos del sector de la construcción puede producirse de diferentes maneras. La primera es debido a la manipulación directa de los elementos mencionados, sin embargo, la segunda tiene que ver con el polvo que se puede aspirar y que genera una tarea. Un ejemplo sería el polvo de sílice que se origina al trabajar con el hormigón y para el que hay que estar adecuadamente protegido.
Asimismo, hay procesos productivos en los que el empleado no tiene contacto con estas sustancias cancerígenas en los trabajos del sector de la construcción, pero igualmente la exposición le afecta. La protección de las vías aéreas con mascarillas especiales, así como proteger también la dermis para que la piel no se vea afectada (ya que muchas de las sustancias mencionadas provocan irritación en ella) es algo fundamental.
En PREVEN-IR nos adelantamos a las consecuencias que tienen las sustancias cancerígenas en los trabajos del sector de la construcción para garantizar la salud de los empleados tanto a corto como a largo plazo. Y es que si existen medidas para poder prevenir el cáncer en el futuro, no hay tiempo que esperar para implantarlas ya.