Accidentes laborales

¿Qué es la incapacidad permanente y qué puede causarla?

La incapacidad permanente, también conocida como “incapacidad total y permanente” o TPD, es una situación en la que una persona no puede trabajar debido a una deficiencia física o mental. Este impedimento suele estar causado por una enfermedad, un accidente o una discapacidad congénita, y suele considerarse predeterminado y descartado por los profesionales médicos.

Esta afección puede ser muy difícil de sobrellevar y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona.

Sin embargo, existen ciertos derechos y prestaciones que se conceden a las personas que padecen esta afección en muchos países. En Estados Unidos, la Administración de la Seguridad Social ofrece prestaciones por incapacidad total y jubilación, mientras que en el Reino Unido, el Departamento de Trabajo y Pensiones ofrece una serie de prestaciones de la seguridad social a las personas con incapacidad permanente.

En algunos países, los términos “incapacidad total” e “incapacidad permanente” se utilizan indistintamente. Sin embargo, ambos términos pueden referirse a distintos tipos de discapacidad. La incapacidad total suele aplicarse cuando una persona no puede trabajar debido a una afección médica, mientras que la incapacidad permanente suele referirse a una afección que hace que una persona no pueda volver a trabajar nunca.

Diferencia entre incapacidad total e incapacidad permanente

Es importante distinguir entre incapacidad total e incapacidad permanente, ya que cada una puede tener implicaciones distintas a la hora de solicitar prestaciones. Por ejemplo, una persona con una incapacidad total suele tener derecho a prestaciones inmediatas, pero puede tener que someterse a una evaluación médica si posteriormente se considera que su estado es permanente.

La causa de la incapacidad permanente puede variar de una persona a otra. Algunas de las causas más comunes son los accidentes y enfermedades como las cardiovasculares, los accidentes cerebrovasculares, la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson. Otras causas de incapacidad permanente son los trastornos genéticos, los defectos congénitos y las anomalías congénitas.

En caso de que una persona sufra una afección que pueda considerarse permanente, es importante que consulte a un médico y obtenga un diagnóstico. Disponer de un diagnóstico puede ayudarte a determinar si tienes derecho a prestaciones por incapacidad y a proporcionar un diagnóstico médico a tu aseguradora o a la Seguridad Social.

También es importante tener en cuenta que, en determinados países, las personas con una discapacidad pueden tener derecho a una prestación por discapacidad que les ayude a cubrir sus gastos médicos. Este subsidio puede ser concedido tanto por el gobierno nacional como por empresas privadas. Además, en algunos países, las personas también pueden solicitar prestaciones por discapacidad si ya no pueden trabajar debido a una discapacidad.

Independientemente de tu situación social o económica, vivir con una discapacidad permanente puede tener graves repercusiones en tu vida. Es importante que investigues y obtengas asesoramiento jurídico para asegurarte de que recibes todas las prestaciones y protecciones a las que tienes derecho.

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