Accidentes laborales

Orígenes de la prevención de los riesgos laborales en nuestro país

La PRL, prevención de riesgos laborales, tiene ya mucha historia en España: se remonta hasta prácticamente comienzos del siglo XX. Pero no fue realmente hasta el final de la dictadura de Franco e inicios de la transición española cuando se comenzaron a desarrollar serias legislaciones en materia de riesgos laborales en empresas.

Así pues, el origen aunque tímido de la prevención de riesgos laborales de nuestro país se encuentra en lo que se denominó en 1971 como Plan Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo. Antecedente de lo que actualmente sigue siendo el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT).

Historia del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo

El instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, INSHT, se fundó en 1978 como institución pública adscrita directamente al Ministerio de Trabajo de aquella época. Nació para dar respuesta a la gran cantidad de accidentes laborales que se sucedían sin descanso desde 1970. Por ejemplo, ese año, se registraron más de un millón y medio, de los que 3000 fueron víctimas mortales.

Antes estos escandalosos datos en la España franquista de la época, se creó el denominado por aquel entonces como Plan Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo para poco después con la llegada de la democracia cambiar su nombre pero con los mismos objetivos: ofrecer a las pymes las herramientas y asesoría necesaria para crear sus propios planes de prevención de riesgos laborales, así como la creación de servicios auxiliares de seguridad en centros de trabajo para toda clase de empresas.

La Constitución Española y el Estatuto de los trabajadores

Como todo español sabe, con la aprobación de la Constitución de 1978 tras la muerte del dictador, se introdujeron las autonomías tal y como hoy las conocemos, razón por la que muchas de las competencias que hasta entonces asumía por completo el estado quedaban en manos de los gobiernos autonómicos de entonces.

Así pues, y en línea a la filosofía de la nueva constitución, la prevención de riesgos laborales pasó a lo largo de la década de los 80 a manos de las comunidades autónomas: el gobierno se encarga de la promulgación de las leyes principales, pero después su interpretación y aplicación quedaba completamente transferida.

Durante estos años el desarrollo y actualización de leyes en materia de prevención fue en aumento y afectaba ya a casi todos los sectores, que quedaron todavía más reforzadas gracias a la promulgación del Estatuto de los Trabajadores en 1980, primer texto legal en nuestro país en el que se reconocía como derecho elemental la higiene y seguridad del trabajador, así como su integridad física.

España se anexiona a la Unión Europea

La prevención de los riesgos laborales se benefició de un gran impulso al incorporarse nuestro país a la Unión Europea, el 1 de enero de 1986.

Los organismos europeos desde sus comienzos siempre han estado muy concienciados con las mejoras en prevención laboral, por lo que instaron rápidamente a las autoridades españolas e inmediatamente después de la incorporación de nuestro país a efectuar grandes cambios en positivo en todo lo relacionado en esta materia.

La primera gran acción que tuvo que llevar a cabo el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo fue actualizar su regulación a los parámetros sobre prevención de la Unión Europea. Y, la segunda, fue la creación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en 1995, todavía vigente en la actualidad, a raíz de la publicación de la ley internacional de la Unión Europea 89/391/CEE en 1989, que obligó a muchos países a adaptar sus antiguas leyes a la nueva realidad en materia de derechos en el trabajo.

Y a partir de 1995 esta competencia no ha dejado de ser relevante para nuestros políticos: desde entonces un gran número de textos legales y decretos han sido dictados y se siguen promulgando con el fin de mejorar la calidad del trabajador en materia de seguridad e higiene laboral y para, sobre todo, adelantarse con medidas preventivas en nuevos sectores como el digital o el de los ‘riders’.

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