Accidentes laborales

La ansiedad, la enfermedad silenciosa como causa de baja laboral

La ansiedad es una respuesta de nuestro cuerpo ante una situación de alarma, de peligro o de lucha. La trasladamos al ámbito laboral cuando esta se genera en el puesto de trabajo, tras la que puede ser necesaria tomar una baja laboral. Es un mal cada vez más común y del que debemos tomar nota, pues la salud mental es tanto o más importante que la física.

En Prevenir estamos a tu disposición para lo que necesites, ya sea motivo de baja laboral o no. Ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos en todos los ámbitos que nos sea posible.

Hoy queremos profundizar un poco más en la ansiedad, sus posibles causas y los síntomas y consecuencias de la misma. Esto puede desembocar en una baja laboral de más o menos tiempo, por lo que no debemos dejarla pasar.

Causas de la ansiedad laboral

Algunas condiciones de trabajo o el trato recibido pueden dar lugar a ansiedad. Estos trastornos de ansiedad pueden llegar a provocar la baja laboral, por lo que no solo implica un daño al empleado (máximo afectado), sino que también lo sufre la empresa. Estos cuadros provocan una baja de productividad muy importante, por lo que debemos cuidar a nuestros trabajadores y las relaciones entre ellos.

Algunas de las causas principales de la ansiedad en el trabajo son la aplicación de políticas de salud y seguridad insuficientes, comunicación escasa con los directivos o una escasa participación en la toma de decisiones a las que debería ser llamado el sujeto.

También lo son los horarios excesivamente estrictos, una alta carga de trabajo con mucha exigencia o el miedo a cometer errores debido a una evaluación negativa. Una mala forma de gestionar las mejoras y críticas al trabajador pueden provocarle ansiedad que desemboque en una baja laboral.

Por último, otro aspecto que puede generar ansiedad son las malas relaciones con compañeros o mandos superiores. Esto puede derivar en control excesivo o, en casos extremos, acoso laboral o mobbing. Esta práctica debe ser desterrada por completo de nuestras empresas, ya que no causan más que malestar y daños físicos y psicológicos en los trabajadores.

Síntomas y consecuencias de la ansiedad

Como hemos dicho, la consecuencia más obvia ante la ansiedad es la baja laboral. Pero comencemos con algunos síntomas que debemos observar para descubrir si estamos ante una situación de riesgo. Algunos de estos son:

  • Físicos: Nos encontramos aquí con desórdenes asociados a malestar general, como taquicardias, palpitaciones u opresión en el pecho. Además, la musculatura se tensará, estemos constantemente con una sensación de mareo e inestabilidad y cansancio o alteraciones del sueño. Otros síntomas físicos pueden llegar a afectar a nuestro apetito, digestiones molestas o sudoración excesiva.
  • Psicológicos: Tendremos constantemente una sensación de amenaza o peligro, mucha inseguridad en nuestras acciones y una gran dificultad a la hora de tomar decisiones. Nos asaltarán las dudas y las sospechas, actuaremos con impulsividad o nos bloquearemos ante situaciones cotidianas, y perderemos la capacidad de atención. Pequeñas pérdidas de memoria, concentración u obsesión por el perfeccionismo también pueden ser síntomas de ansiedad.
  • Sociales: Otro grupo de síntomas que pueden llevarnos a la baja laboral se manifiestan en forma de aislamiento, dificultad para expresar opiniones o un temor excesivo a los enfrentamiento y conflictos. Nos encontraremos sin recursos ni motivación para defender nuestros derechos, con una irritabilidad fuera de lo común y, en general, con todo lo que esté relacionado con la fobia social.

Entre las consecuencias que encontramos por la ansiedad en el trabajo, están la excesiva preocupación y autoexigencia, el cansancio extremo a cualquier hora del día y la inseguridad tras cualquier acción. Tendremos que comprobar todas nuestras tareas una y otra vez, pues nos asaltará la duda de si estamos cumpliendo con nuestra labor.

Por supuesto, esto nos llevará a trabajar con mayor lentitud, a no ser capaces de desconectar en nuestro tiempo libre y, de nuevo, a problemas con el sueño alterado. Todo esto desemboca inevitablemente en una baja laboral que debe servirnos para poner en orden nuestro cuerpo y nuestra mente.

Si es tu caso, te recomendamos que vayas a un médico y a un psicólogo. Puede que, cuando te sientas mejor, puedas hablar de esta situación con tus superiores para buscar una solución. Si no es el caso, debes plantearte dejar ese trabajo. La salud es mucho más importante que cualquier puesto.

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