El verano es sin duda una de las peores épocas para estar trabajando. El calor bochornoso, la urgencia por unas vacaciones, y la presión por terminar el trabajo rápido pueden tener un fuerte efecto en cualquiera. Sin embargo, esto es aún más cierto para aquellas personas que trabajan al aire libre, expuestos directamente a la crueldad de los rayos solares. Y someterse a estas condiciones puede ser peligroso: los golpes de calor en el trabajo podrían encontrarse a la vuelta de la esquina.
Aunque no lo parezca, un golpe de calor puede tener grandes consecuencias. Para que el cuerpo humano pueda funcionar con normalidad, este necesita mantener una temperatura constante de 37° C o un poco menos. Llevar la temperatura corporal un poco más arriba, a tan solo 38° C, puede ser letal para la salud. Y otros grados más arriba, a partir de los 40,5° C, la muerte es la consecuencia. Por eso, evitar golpes de calor en el trabajo es de importancia, y te explicamos cómo hacerlo.
El primer paso para evitar golpes de calor en el trabajo: reconocer los síntomas
Los golpes de calor, sin importar si se dan en el trabajo o en cualquier lugar, tienen varias consecuencias. Estos pueden causar erupciones en la piel, quemaduras de diferentes grados, deshidratación, etc. El agotamiento, edemas y calambres musculares también son otras de las consecuencias. En resumen, los daños en los tejidos son las más graves. Sin embargo, esto solo sucede luego de una serie de señales de advertencia.
Por suerte, estas son muy fáciles de reconocer al instante. Sin embargo, es necesario que aprendas a reconocer estos síntomas como una advertencia de golpes de calor y no por otras afecciones. Así, podrás actuar de manera preventiva a tiempo. Entre los síntomas más comunes, y que se suelen mostrar primero, tenemos al enrojecimiento. Sí, nos referimos a las mejillas rojas, pero esto puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo: la frente, el cuello, los brazos, etc.
Entre otros síntomas primerizos de los golpes de calor en el trabajo también están los mareos, la sequedad de la piel y el cansancio. Ya en estados más avanzados de malestar podrás experimentar inestabilidad, vómitos y calambres. Aunque estos síntomas parecen muy generales, si aprendes a identificarlos todos juntos podrás notar rápidamente la evolución de un golpe de calor.
Medidas para prevenir los golpes de calor en el trabajo
Ya que puedes reconocer los golpes de calor cuando estas en el trabajo al aire libre, ahora debes aprender cómo enfrentarlos. Es crucial actuar con rapidez para evitar las peores consecuencias de este ataque. Además, estas recomendaciones también son válidas para evitar la aparición de síntomas en cualquier momento de la jornada laboral, y se deben aplicar todos los días.
Lo principal que se debe hacer es tomar mucha agua fresca. Esto ayudará a mantener las temperaturas estables y a evitar la deshidratación, que puede llevar a los golpes de calor. Lo siguiente es proteger las partes del cuerpo que estén directamente expuestas al sol, especialmente la cabeza. Utilizar cascos o gorras es perfectamente válido, así como ropa ligera, pero que cubra los brazos y piernas. Y por supuesto, también se debe evitar o reducir el esfuerzo físico lo más posible.
Evitar los síntomas de un golpe de calor
Ahora, la segunda forma de prevenir los golpes de calor en el trabajo es desarrollando una estrategia. Lo principal es poner a disposición de todos los trabajadores una fuente de agua potable y fresca. Estas deben estar lo suficientemente cerca para evitar caminadas. Lo siguiente es evitar las bebidas como la cafeína y el alcohol, que deshidratan el cuerpo. Dormir como mínimo 7 horas al día también es de bastante ayuda.
Las últimas medidas para prevenir los golpes de calor en el trabajo también incluyen el uso de cremas de protección solar. Asimismo, se recomienda establecer una jornada laboral que permita los descansos y el intercambio de turnos. Por último, será necesario concientizar a todos los empleados sobre el riesgo de golpes de calor y las condiciones de trabajo a las que se verán sometidos.