El COVID-19 no solo ha originado una crisis sanitaria sin precedentes en España, sino que, además, es considerado como el episodio más traumático para los diferentes sectores industriales y empresariales, entre ellos el sector de la construcción, que ha tenido que replantear sus actividades con precaución para resguardar a todos sus trabajadores.
El sector de la construcción está compuesto por todas las empresas y corporaciones que se dedican a la edificación, reforma y planificación de proyectos donde la construcción y reparación de inmuebles es el motor principal de esta fuerza de trabajo. Debido a que el sector de la construcción maneja un gran volumen de personas involucradas en la ejecución de cada proyecto, era de esperarse que las medidas preventivas por Coronavirus fueran aplicadas.
El riesgo de contagio del Coronavirus o COVID-19 aumenta cuando se reúne un volumen considerable de personas, ya que las partículas pueden viajar con mayor facilidad de individuo a individuo. En el caso del sector de la construcción, los equipos y condiciones de trabajo suelen ser epicentros del virus, ya que estas maquinarias y las dinámicas de uso no se basan en aislamiento, sino que, por el contrario, el contacto en el equipo es inevitable.
El sector de la construcción se ha tenido que apegar a diferentes decretos, empezando con el cese de actividades desde el pasado 26 de marzo de 2020, fecha que marca el inicio de la prohibición del desarrollo de cualquier tipo de actividad no esencial por el Gobierno Español. Finalmente fue el 14 de abril, la fecha en la que se proyectó la reanudación de actividades de forma gradual, por lo que resulta vital seguir ciertas medidas para proteger a todos los miembros del equipo.
Medidas sanitarias para trabajadores del sector de la construcción
Mientras que el confinamiento sigue siendo la medida clave para frenar la propagación del Coronavirus, el sector de la construcción ha tenido que retomar su operatividad, siendo los trabajadores los más expuestos, ya que su contacto exterior es mucho mayor, poniendo incluso en riesgo a sus familiares. Para llevar un control prudente se recomiendan aplicar diversas medidas, la primera de ellas es tomar la temperatura antes de cualquier obra.
Si los trabajadores del sector de la construcción llevan un registro de su temperatura, podrán monitorear cómo evolucionan, siendo los 38 grados la media de alerta, que de tenerlos, deberán comunicarlo a sus responsables. Una vez se incorporen a las diferentes obras será primordial mantener medidas extremas de limpieza, sobre todo en herramientas y maquinaria que pueden ser utilizadas por varias personas. Los equipos deben desinfectarse, usar guantes y limpiar las superficies.
Es muy importante que todos los empleados del sector de la construcción apliquen medidas básicas, como evitar compartir sus equipos de protección individual bien sean cascos, orejeras, tapones para oídos, filtros, mascarillas, entre otros. Evitar tocarse la cara y mantener las normas de higiene en los aseos y zonas comunes también será muy importante.
Jornadas escalonadas en el sector de la construcción
La estrategia que deben aplicar las empresas en tiempos de Coronavirus debe apuntar a una dinámica escalonada, donde el acceso a la obra y sus diferentes zonas deberá apuntar a reducir a toda costa las aglomeraciones, para así reducir las posibilidades de que los empleados no puedan guardar una distancia segura entre ellos. Los viajes y reuniones se deben replantear, es allí donde la tecnología se convertirá en una verdadera aliada.
Es muy importante que todas las medidas sanitarias para el sector de la construcción sean difundidas y replicadas con mucha frecuencia y claridad, como deber principal de las empresas que pertenecen a este sector. De igual forma, se deben garantizar las mejores condiciones de limpieza en todos los espacios, disponer de equipos como termómetros y garantizar la distribución de agua potable.