El objetivo de la medicina del trabajo según la definición de la propia OMS es “conseguir el más alto grado de bienestar físico, psíquico y social de los trabajadores, en relación con la capacidad de éstos, con las características y riesgos de su trabajo, el ambiente laboral y la influencia de éste en su entorno”
La medicina del trabajo trata las patologías laborales y, también, establece las medidas de precaución que se deben tomar para evitar estas dolencias o reducir sus consecuencias
Según este concepto, la medicina del trabajo se ocupa del tratamiento y diagnóstico para solucionar los problemas de salud derivados del trabajo, pero también cuenta con una importante función a la hora de evitar los peligros durante la jornada laboral. Por eso es interesante contar con formación en esta disciplina como parte de la política de prevención de riesgos laborales.
Las patologías laborales son aquellas relacionadas con el trabajo e incluyen tanto los accidentes como las enfermedades derivadas del mismo. El principal protagonista de la medicina del trabajo es el trabajador ya que es el que sufre la exposición a estos posibles peligros. Por ello es el primer interesado en conocer los fundamentos y la aplicación de la medicina del trabajo.
Sin embargo, lo cierto es que en las empresas existe poca formación sobre medicina del trabajo para los trabajadores. En mayor o menor medida se explica las medidas de prevención de riesgos laborales, pero se incide poco en su razón y las consecuencias que se pueden derivar si no se desarrollan adecuadamente. Esto puede provocar que haya un alto nivel de incumplimiento.
La formación en medicina del trabajo trae muchas ventajas
Una correcta formación en medicina del trabajo ayuda a un mejor entendimiento de las medidas de prevención. Se deberá adaptar el contenido que reciban los trabajadores a las circunstancias concretas de la tarea que realicen o del puesto que ocupen. De esta manera se conocerá mejor el sentido de las precauciones que se toman.
Con esta información se conseguirá una aplicación más estricta y eficiente de las normas de seguridad establecidas. Además, se asimilará mejor como parte de los procesos que se tienen que cumplir cuando se desarrolla una tarea. El trabajador será más consciente de los peligros para la salud que se pueden presentar.
La formación en medicina del trabajo también es útil para detectar los posibles síntomas de una enfermedad derivada del trabajo. En esos casos se favorece el diagnóstico y el posterior tratamiento. Esto aumenta los niveles de seguridad ya que se puede actuar de manera inmediata. También sirve para tomar la medida de la efectividad de las medidas preventivas tomadas.
La formación en medicina del trabajo también ayuda a detectar al trabajador posibles peligros en el puesto de trabajo que no se hayan localizado. Se transformará en sujeto activo para conseguir mayores niveles de seguridad ya que contará con los conocimientos adecuados.
Por todo esto, como medida de prevención de riesgos laborales también resulta muy útil la formación en medicina laboral aplicada al puesto de trabajo en concreto. Es un método mejor que transmitir de manera descontextualizada las medidas de seguridad en el trabajo. Es una gran herramienta para evitar las consecuencias negativas para la salud que se pueden derivar de la realización de una tarea laboral.
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