Cuando el fordismo se instaló en la sociedad en 1908 supuso toda una revolución a nivel industrial. Los trabajadores empezaron a formar parte del trabajo en cadena, una modalidad muy conocida actualmente en la cual cada grupo de trabajadores se encarga de una parte aislada del proceso de producción. Nadie podría imaginar que pasadas unas pocas décadas se evidenciaría que esta clase de trabajos contaban con infinidad de de perjuicios para el trabajador.
Actualmente, se está sustituyendo gran parte de los trabajos repetitivos que realizan los trabajadores por máquinas pero existen determinadas labores que solamente pueden realizar las personas. Por esto, los trabajos repetitivos no han desaparecido. Lo importante a la hora de prevenir las posibles consecuencias pasa por velar por la salud física y psicológica de los trabajadores. A este respecto existen determinados recursos y consejos que pueden ayudar. Hablamos de las consecuencias y de las soluciones.
Consecuencias físicas y psicologías de los trabajos repetitivos
Los trabajos repetitivos traen consigo una serie de consecuencias negativas en la salud física que han sido ampliamente constatadas y que, a menudo, se pueden solucionar con un buen equipo ergonómico y educación postural. Además se debe llevar una vida activa realizando un mínimo de 30 minutos diarios de actividad física.
- Los trastornos osteoarticulares son, quizás, la principal consecuencia negativa de los trabajos repetitivos. Por ello se suelen recomendar muñequeras y ejercicios para no cargar los tendones, los nervios y la musculatura. El temido túnel carpiano suele ser una de las consecuencias más habituales.
- El tedio y la falta de motivación suelen estar asociados a los trabajos repetitivos. Además este tipo de empleos no suelen ser muy estimulantes intelectualmente por lo que el cansancio mental puede dar paso a problemas de ansiedad o depresión. Se recomienda tratar de hacer descansos.
- La mala postura trae tantos problemas a largo plazo que resulta imposible no mencionarla.
- Además de todo lo anterior, los trabajos repetitivos suelen implicar una automatización del trabajo que puede llevar a repensar y “rumiar” pensamientos. Se han reportado, incluso, casos de depresión que surgen de la carencia de objetivos. El estrés es la otra cara de la misma moneda ya que, en muchos casos, los índices de productividad mínimos son demasiado elevados.
Cómo evitar problemas de salud en trabajos repetitivos
Estos problemas de salud se pueden prevenir gracias a una serie de gestos diarios que pueden cambiar por completo el día a día de una persona que realiza trabajos repetitivos. Para ello, la empresa puede realizar ciertos cambios que son la toma de determinadas medidas de autocuidado que incluye el material ergonómico de calidad (sillas, mesas, muñequeras…), el uso de buenas técnicas laborales, la automatización de ciertas tareas que se pueden realizar con máquinas, medidas de control en ingeniería, como sucede en el caso del ambiente físico y rotación.
Además se recomienda que los trabajadores alternen de puesto de trabajo y roten habitualmente. Junto con la ergonomía se requiere una concienciación por parte de la empresa de lo que puede suponer para la corporación que un trabajador sufra bajas psicológicas -que son más habituales de lo que puede parecer en este tipo de ocupaciones-.
Por todo ello lo ideal es que se lleven a cabo todas las medidas a través de un gabinete de profesionales que proporcionen asesoramiento en prevención de riesgos laborales que incluya tanto la información y formación de los trabajadores así como la prevención de un exceso de carga física y mental, el diseño de tareas o la organización del trabajo para que resulte más productiva y feliz.