Aunque no lo parezca, los accidentes de trabajo son bastante comunes no solo en España y alrededor del continente europeo, sino en todo el mundo. Existen diversas clasificaciones en las que se presentan este tipo de situaciones desfavorables que afectan directamente al trabajador y a la empresa en sí. Dado que los gastos de indemnización varían dependiendo del percance que haya sufrido la persona, siendo una responsabilidad que no puede pasar inadvertida.
Cabe acotar que la clasificación de los accidentes de trabajo, puede variar considerablemente de un país a otro. Sin embargo, en este artículo nos centraremos en estas circunstancias que se presentan como tal en el territorio español. De manera que en el caso de que partícipes de algún suceso imprevisto, sepas cómo actuar acertadamente, especialmente si eres empresario.
A su vez, es importante que las empresas tengan pleno conocimiento respecto a los accidentes de trabajo a los que pueden estar expuestos sus empleados; en pro de que el ambiente laboral sea el más propicio. De esta forma, disminuyendo los riesgos que puedan afectar su integridad.
Clasificación de los accidentes de trabajo
Como ya te comentamos, las situaciones inesperadas en la vida cotidiana, son muy frecuentes y esto incluye los accidentes de trabajo. Así que si deseas conocer su correcta clasificación, en este apartado te diremos todo lo que necesitas saber respecto al tema; recuerda que es importante asesorarse sobre la prevención de riesgos laborales, por medio de planes legislativos que se adapten a las necesidades de la empresa.
Riesgo profesional
Cuando hablamos de riesgo profesional, nos referimos a los accidentes de trabajo que se desencadenan dentro de la empresa donde el trabajador se desempeña. Pero esto también aplica a los percances suscitados fuera de la empresa, siempre y cuando la persona esté asumiendo sus responsabilidades laborales. Cabe destacar, que las cifras han aumentado en un 19,5% en lo que va del año 2021.
Además, si este tipo de accidentes de trabajo trae consigo lesiones graves para el trabajador, se le concederá el reposo necesario para su recuperación; donde la empresa tiene el deber de otorgarle un subsidio, para que durante ese tiempo pueda solventar sus necesidades económicas sin mayor problema. Teniendo en cuenta, que esta ayuda será equivalente con el sueldo mensual devengado por la persona, cubriendo el 100%.
Incapacidad
Al presentarse los accidentes de trabajo, es posible que el empleado quede incapacitado para desempeñarse correctamente en las funciones de la empresa. Asimismo, las enfermedades derivadas del trabajo, también forman parte de este proceso, donde la persona no está en condiciones de cumplir con sus obligaciones. En este tipo de situaciones, la Ley General de Seguridad Social aboga por estas personas concediéndoles la incapacidad temporal.
Claro que, existe un tiempo estipulado para darle seguimiento al trabajador mientras se recupera y recibe la asistencia sanitaria correspondiente. Dado que existen escenarios donde esta incapacidad temporal puede volverse permanente si el trabajador presenta problemas de gravedad luego de la recuperación; incapacitándolo definitivamente en su actividad para la empresa.
Riesgo no profesional e invalidez
El riesgo no profesional, representa lo contrario al punto anterior, ya que aquí el trabajador puede ser víctima de algún accidente en su vida cotidiana; sin que esto tenga que ver necesariamente con las funciones que cumple en la empresa o en su lugar de trabajo. Este tipo de percances le impiden al empleado desempeñarse en sus funciones por un periodo determinado de tiempo, dependiendo de los daños generados.
Por todos estos motivos, la empresa se solidariza sobre estos accidentes de trabajo pero no de la misma forma que en el riesgo profesional. Ya que se emite un subsidio al trabajador pero su cifra alcanzará alrededor del 60% del sueldo que devengue mensualmente; aplicando la regla general de que si el empleado se recupera antes de los tres días, no contará bajo ningún concepto con esta ayuda.
Por su parte, debe tomarse en cuenta la invalidez para trabajar generada por los accidentes de trabajo de riesgo no profesional; realizando el debido seguimiento para constatar que realmente el empleado amerite este subsidio pasados los tres días de la lesión. Además, en caso de que se confirme y no exista ningún tipo de problema, la empresa debe hacerse responsable por el bienestar de la persona.