Cuando se realizan las tareas productivas es preciso garantizar las condiciones de seguridad y de salud de los trabadores. Esto afecta sobre todo a trabajos que pueden implicar riesgos cuando se manipulan ciertas sustancias, se trabajan sobre ciertos materiales o cuando las condiciones en las que se realizan las tareas pueden resultar dañinas para la salud.
Por esto nace lo que se conoce como la higiene industrial cuyo objetivo es la prevención y el control de riesgos originados por los procesos de trabajo. Se pretende contribuir a la protección y la promoción de la salud de los trabajadores, pero también tiene en cuenta aspectos como el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad.
Una de las claves de la higiene industrial es la prevención y para ello se articula a través de técnicos que realizan mediciones y analiza el entorno de trabajador para encontrar causas que puedan desembocar en un peligro para la salud. Es el higienista industrial el que finalmente establece las medidas necesarias, tras la evaluación pertinente, para evitar todas las circunstancias y garantizar la seguridad del trabajador.
El objetivo de la higiene industrial, además de la prevención de enfermedades laborales, también pasa por el tratamiento de las mismas cuando se producen. Es decir, también realizar análisis y estudio de las condiciones de trabajo cuando existe ya la afectación a la salud para corregirla y que no se vuelva a producir.
Todas las actuaciones del higienista industrial quedan reflejadas en varios documentos como son los planes y programas de prevención. Esta información resulta esencial para poder evitar todas las incidencias que puedan surgir. Además, sirven para ajustar las condiciones de trabajo mediante medidas como la utilización de EPIS y la comprobación de las medidas de seguridad.
Los trabajadores cumplen una función esencial en la higiene industrial
El trabajador siempre aparece como figura central de la higiene industrial ya que es el destinatario de todas las medidas que se toman. Pero ¿cuál es su papel en cuanto a la higiene industrial? Aunque la obligación realmente nace del empresario que deberá formar e informar a los trabajadores, además de la toma de medidas que corresponden a la higiene para conseguir la efectividad necesaria necesita a los empleados.
Según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales si que existen una serie de obligaciones por parte del trabajador y que se pueden relacionar con la higiene industrial. En el Estatuto de los Trabajadores también podemos encontrar una serie de deberes básicos que deben cumplir. Toda esta regulación se puede resumir en las siguientes normas básicas:
-Cumplir con las obligaciones concretas de su puesto de trabajo, de conformidad a las reglas de la buena fe y diligencia.
-Observar las medidas de seguridad e higiene que se adopten.
-Cumplir las órdenes e instrucciones del empresario en el ejercicio regular de sus facultades directivas.
-Individualmente, el trabajador debe velar por la seguridad y salud de las personas que puedan ser afectadas por actos u omisiones y de acuerdo con su formación y las instrucciones del empresario.
– Utilizar correctamente equipos y materiales.
– Utilizar correctamente los Equipos de Protección Individual (EPI).
– No alterar el funcionamiento de dispositivos de seguridad.
– Comunicar inmediatamente todo peligro grave e inminente y defectos de los sistemas de protección.
– Colaborar para la mejora de la seguridad y la salud en el trabajo.
– Contribuir a cumplir las exigencias de la autoridad competente.
El incumplimiento de estas obligaciones puede incurrir en sanciones según lo establecido en el Estatuto de los trabajadores. Esta regulación viene por el papel tan necesario del trabajador para cumplir con los criterios de la higiene industrial.